El test de Wingate es uno de los instrumentos más utilizados en los diagnósticos de rendimiento. El test anaeróbico de Wingate, también llamado WAnT o test de Wingate para abreviar, se utiliza a menudo en el ciclismo y en otros deportes en los que se entrena el rango anaeróbico. El ergómetro Cyclus 2 es ideal para este propósito, ya que el atleta puede determinar cuándo debe comenzar la medición en la prueba de Wingate. El ajuste inicial se basa en la cadencia del atleta respectivo, a la que el atleta puede acercarse lentamente antes de la prueba de Wingate. Cuando el atleta haya alcanzado su cadencia, debe arrancar de forma explosiva e intentar mantener la velocidad máxima durante 30 segundos.
Una vez finalizado el test Wingate, los datos se guardan tanto en el ergómetro Cyclus 2 como en el PC conectado en forma de archivo PDF. Los datos de la prueba Wingate pueden ser leídos y analizados por un técnico de diagnóstico.
La prueba Wingate determina tres valores de rendimiento. La potencia máxima (potencia máxima), la potencia media a la cadencia más alta (30 segundos) y el índice de fatiga. La potencia máxima suele alcanzarse al principio de la prueba, tras lo cual se produce la fatiga muscular. La potencia media es el valor promedio durante los 30 segundos de duración de la prueba. Este rendimiento proporciona información sobre la resistencia anaeróbica del atleta.
El índice de fatiga muestra cuánto baja el rendimiento en el transcurso de la prueba. Para determinar el Índice de Fatiga, divida la potencia más baja -que suele estar en los últimos 5 segundos de la prueba- por la potencia máxima. Aunque las pruebas en la literatura son bastante limitadas, se supone que existe una conexión con la composición de las fibras musculares. Un índice de fatiga alto indica una gran proporción de fibras FT de contracción rápida, un índice bajo se asocia más con las fibras ST lentas. Por lo tanto, para los atletas de resistencia, el índice de fatiga debe tender a ser lo más bajo posible, ya que los músculos de contracción lenta tienen una mayor resistencia a la fatiga.
Debido a la elevada carga cardiovascular del protocolo del test de Wingate, no es adecuado para personas no entrenadas o con enfermedades cardiovasculares preexistentes. Por lo tanto, es utilizado principalmente por atletas de competición y de alto rendimiento.